No hay que asustarse. No está desviando su camino ni se está acercando a terrenos peligrosos. Nuestros hijos mienten por motivos muy diferentes a los que creen sus padres.
Mienten por necesidades evolutivas (aún no distinguen entre fantasía y realidad y quieren experimentar con el poder del lenguaje) y por necesidades emocionales (por recibir mas atención, por inseguridad...) En cualquier caso es un proceso natural que con la madurez, se va dejando atrás. Sé comprensivo, proporcionale la atención que reclama y asienta las bases para educarle en la honradez.
COMO ACTUAR: 1.-Ayúdale a reconocer lo que sucedió. 2.- Reconoce su valor al decir la verdad. 3.-Averigua por qué miente. 4.- Ofrécele una alternativa. 5.- Anímale a decir la verdad.
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